Qué es el café especial y por qué nos gusta tanto

Les queremos contar lo que sabemos del café especial.

El café especial va mucho más allá de un tipo de café, un caficultor, un tostador, o un barista. En realidad, es toda una cadena de suministro que debe priorizar la calidad por encima de todo. En caso de que uno de los eslabones no funcione, la cadena se rompe y se puede perder todo el trabajo realizado.

Hay 3 factores muy importantes que debemos tener en cuenta para lograr un café especial, que son: Preservación, transformación y revelación de la calidad.

Un tostador por ejemplo, debe preservar la calidad del café en verde que recibe (tanto de la variedad del café como del trabajo del caficultor) y convertirla en la mejor versión de café tostado. Esto mismo pasa con el barista, debe preservar la calidad del café tostado y convertirla en la mejor taza de café posible, no solo en la preparación sino también en la experiencia que tiene el cliente.

Además, para llegar realmente a un café especial, no solamente nos podemos enfocar en tener un buen proceso o en la preparación de una taza, las personas alrededor del café deben tratar y trabajar para ser sostenibles. Debemos pensar en la dignidad, en el valor y en el bienestar de todas las personas involucradas en el proceso y en la tierra donde cultivamos el café, para verdaderamente llamarnos café especial. 

Asimismo, la definición de café especial ha cambiado mucho a lo largo del tiempo. En un principio se creía que un café especial era simplemente un microclima geográfico especial que producía granos con perfiles únicos. Como pueden ver, en esta definición no se tiene en cuenta la cadena de suministro, que es muy importante. Hay muchas personas involucradas en el proceso de un café especial que tenemos que tener en cuenta.

A diferencia del vino, donde la misma persona o marca tiene acceso a todo el proceso,
desde los cultivos (viñedos) hasta incluso embotellar su propio vino y venderlo, en el
café encontramos un mundo completamente diferente.

El proceso desde que plantamos hasta que nos tomamos un café se puede resumir así:

1. El análisis del suelo y el clima en donde se siembra una semilla. Para tener un gran
café tenemos que sembrar la variedad en el suelo y el clima adecuados para su
crecimiento.
2. La cosecha de café debe ser realizada cuando la cereza está madura y debe ser
realizada por manos expertas, si ya la tierra y el clima son los aptos para el café que
vamos a procesar.
3. El proceso de beneficio puede variar de acuerdo a lo que el caficultor quiera como
resultado final. También va a depender del tipo de equipos y conocimiento que tenga
el caficultor. Esto va acompañado del secado y la trilla. Esta última generalmente se
realiza fuera de la finca, lo que va a involucrar más personas en el proceso.
4. La selección y empaque del café verde pueden ser manuales o automáticos. Esto va
a influir mucho en la preservación del café en verde, en su vida útil y en el transporte
hasta donde se realiza la torrefacción.
5. El tostador y su tostadora están encargados de revelar la mejor calidad posible del
café en verde que reciben, convirtiéndolo en la mejor versión posible de café
tostado.
6. Por último, más allá de un proceso o un método, llegamos a la experiencia en la taza
que puede ofrecer el café. De esto se encarga el barista o incluso uno mismo en el
momento de prepararlo. Para esto, tenemos que honrar a todas las personas
involucradas en la cadena de suministro y tratar de preparar la mejor taza de café
posible.

Esto nos demuestra todo el trabajo y todas las personas que trabajan todos los días para que podamos disfrutar la diversidad de Colombia en cada taza de café.

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